Mis seguidores

domingo, 24 de julio de 2011

Curruca Cabecinegra


Este nido lo descubrí por casualidad, me salió volando casi de debajo de las piernas y es cuando me percaté del nido. Este nido era un asunto pinchoso y no sólo por estar situado en una aliaga (creo que el nombre real es aulaga), un porcentaje bastante alto de los nidos situados  a poca altura, y éste estaba a unos 40 cm., aquí son depredados o por las culebras o por los cada vez más numerosos gatos sueltos que los vecinos se empeñan en tener medio salvajes sueltos por la aldea, y supongo que también por las garduñas y comadrejas que de vez en cuando se ven. El porcentaje más alto se da precisamente en los nidos que encuentra la gente y que se asoman a verlos de vez en cuando, es como si  los depredadores siguieran el rastro humano, cosa extraña en vez de huir, hasta dar con la comida. Consciente de este hecho, la vigilancia la hice siempre desde bastante distancia con los prismaticos para verificar que todo iba bien y no dejar mi olor por si acaso mis supuestos eran ciertos.
Las fotografias se hicieron por la mañana a primera hora y en algunas de ellas utilicé el flash para rellenar sombras. Era el día de San Isidro que aquí en V. de Olmos (aldea de Requena) se celebra el patrón y está lleno de gente; con el madrugón en fiestas se evita que la gente te vea y localice el nido, y con la gente se evita que haya movimiento de predadores. El hide se monta en apenas tiempo, es un modelo casero que tengo para estas necesidades, abulta muy poco y aunque es muy incómodo, va perfectamente para este tipo de afotos, lo fui acercando poco a poco y mostraron muy poco recelo entrando en el nido nada más estar situado. Cada poco tiempo la hembra se situaba encima de los pollos, alguna vez el macho, y en cuanto llegaba la pareja se levantaba y marchaba a buscar comida.
Durante el periodo de incubación llegué a pensar que era exclusividad del macho, por tonto que parezca, pues siempre que iba a vigilar, era él el que estaba echado en el nido y creo que sólo llegue a ver en una ocasión a la hembra.
No están todo lo bien que me hubiera gustado, poca profundidad de campo y movimientos muy rápidos en las cebas para conseguir fotos mejores, aún así considero que están bastante bien para el tiempo que le dediqué. Al siguiente fin de semana pude comprobar que todo había salido bien y la familia campeaba al completo.













No hay comentarios:

Publicar un comentario