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martes, 23 de agosto de 2011

Hide Río Magro 1ª parte

Este lugar es de los sitios tranquilos del río por lo poco accesible que es, normalmente monto el hide una semana antes de mis vacaciones y lo mantengo durante éstas. El único inconveniente que tiene, aparte del sobo y la caminata para transportar los trastos, es la luz, no empieza a entrar con intensidad casi hasta el mediodía que es cuando los bichos empiezan a tener menos actividad. Lo empecé a montar a raiz de localizar un posadero de Martín Pescador en una de mis excursiones  con mi mujer.
 Antes, hace unos años, en esta curva del río, se solía ver un nutrido grupo de anade real, en los distintos días que fui, sólo apareció esta hembra, se han trasladado unas cuantas curvas más abajo.
 Todas las mañanas me iba para llegar alrededor de las 8  y volver a las 12 cuando empezaba a calentar y siempre sólo. Este día convencí a mi mujer para que se viniera y comieramos allí, acabamos haciendo top-les dentro del hide. Conforme bajabamos por el monte le comenté a mi mujer que me parecía que iba a ser día de jabalís, muchas mañanas temprano los veía por los alrededores y este día me dió la corazonada.
Hubo un momento en el que callaron los patos que estaban más abajo y que se oían bien desde el hide, "chist" le dije a mi mujer, algo pasa, hay silencio. Empezaron a oirse los chinos por delante de nosotros entre los zarzales por la orilla del río, los teníamos a escasos metros y se les oía comer cangrejos pero apenas los veía para poder hacerles la foto, de repente apareció este pequeño (20-25 kg) por la izquierda, tuve que cambiar la máquina rápidamente de ventana y quitar zoom, estaba a escasos metros, 3 fotos rápidas y adios.
Esta cascadeña estaba por la zona, igual la veía por los pinos, que en una roca que había enfrente... y muy pocas veces cercana a mí, ésta es la vez que estuvo más cerca.
Este es el dichoso Martín que hizo que empezara a montar el hide en esta zona, muy confiado una vez que estás en el escondite. No necesita ningún tiempo para aceptar el hide, el último día lo moví de sitio a otro posadero y no habían pasado ni 10 minutos cuando se subía encima para utilizarlo de posadero y como está claro no le pude hacer foto.
Su posadero principal estaba enfrente en un palo que alguna corriente fuerte había ancajado entre las piedras, me pillaba un pelín lejos para mi gusto pero tuve la suerte entre comillas que se llegará a posar casi encima del hide en esa ramita que por desgracia le corta el pico.  

Más posaderos que utilizaba en las cañas.

Juvenil de petirrojo de las pocas parejas que se quedan a veranear y crían en los sitios más frescos de la comarca. Como mi hide tiene ventanas a 360º, cuando no había actividad delante, aprovechaba las visitas laterales para entrenar el dedo.

Este joven picapinos me llevó loco parte de la mañana, lo oia tamborilear por encima y no conseguía verlo, estaba tan encima de mí que el angulo de visión que tenía no era suficiente y yo no quería asomarme por la puerta para no asustarlo, al final lo localicé haciendo contorsionismo en una de las ventanas y le pude hacer unos retratos.

Este rascón se dejaba ver poco y muy temprano, siempre por entre las cañas enfrente mío. En esta ocasión iba por entre las hierbas que se ven detrás y salió cerca a mi izquierda. f/4 y 1/80 s con ISO 200, insuficiente para el movimiento de la pata.
A este ruiseñor bastardo era imposible verlo, sólo sabia que estaba por la voz. Conseguí verlo cuando   empezó a buscar arañas por entre los palos que la corriente había arrastrado y aunque no llenaba el encuadre ni son fotos de concurso le hice unas fotos como testimonio de su presencia y por si no consigo volver a verlo.

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